La Gloria o el Infierno

En la columna de Li Hongmei, que escribe para el Diario del Pueblo de China en su versión electrónica, hace referencia a los atletas que en China dan su vida en búsqueda de un sueño.

Es un sacrifico de altísimo grado el tomar la decisión de dedicarse al deporte de manera profesional, sobre todo en lo que se refiere al atletismo.

Uno de los casos más sonados, es el de Zhou Yang, quien es una atleta que obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Invierno, en el año 2000 celebrado en Vancouver.

Al obtener la presea, ella mencionó primeramente a sus padres, como un agradecimiento al enorme apoyo durante toda su carrera profesional.

Lo curioso es que nunca expresó un agradecimiento a su país.

Esto fue ampliamente criticado por algunos sectores de la burocracia de China, quienes consideraron como una ofensa el omitir ese agradecimiento a su nación.

En consecuencia, sectores de la población de China comenzaron a opinar sobre el asunto, aliándose con la deportista y defendiendo su derecho de expresar agradecimientos a quién ella quisiera.

El sector burocrático de China, como en todas partes del mundo, siempre mantiene la misma mentalidad. Agradecer a la nación es algo muy patriótico, pero no debemos olvidar que la nación es diferente de cada Gobierno, que en sí no es quien acompaña, sufre por las extensas horas de práctica y muchas veces, ni siquiera muestra un apoyo real hasta que alguna persona destaca por sus propios medios.

Ser deportista a ese nivel te ofrece la gloria, y la gran mayoría de las veces, el infierno.

La gloria representa fama, algo de dinero y un trabajo esperando al deportista, el infierno, sin fama, sin dinero, sin trabajo y muchas, muchas heridas en el cuerpo.

Tomando en cuenta ello, ahora pienso que tal vez Javier Aguirre tenga sus buenas razones para tener una opinión tan mala sobre México. Pero él si que debería renunciar, jaja!!

Slds...